La Casa Real, ¿ficticia o real? |
La Casa Real no tiene ningún plan para desvincular a las infantas Elena y Cristina y al marido de esta, Iñaki Urdangarin. Dejando claro que la composición de la Familia Real viene definida en el Real Decreto 2917/1981, de 27 de noviembre, por lo que se establece el Registro Civil de la Familia Real.
En ese Registro se inscriben los nacimientos, matrimonios y defunciones, así como cualquier otro hecho o acto inscribible con arreglo a la legislación sobre Registro Civil, que afecten al Rey de España, su augusta consorte, sus ascendentes en primer grado, sus descendientes y al príncipe heredero de la Corona.
Un decreto, que define perfectamente la composición de la familia y que no se va a modificar, por permitir inscribir las incidencias legales que se produzcan, como se hizo en el caso del divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.
Con la inscripción de ese divorcio en el Registro, Marichalar dejó de ser miembro de la Familia Real.
Casi cuarenta años después del inicio de la democracia en España, seguimos sin hablar claro de la II República Española y de lo que supuso para nosotros los españoles. Tan solo ocho años incluidos los tres de guerra civil. Parece que queremos pasar de puntillas por un periodo histórico que trajo a España los mayores avances sociales de aquella época, cuya constitución, la de 1931, inspiro buena parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.
Era un modelo de valores humanistas y democráticos, tanto políticos, como sociales y culturales. Pero el franquismo se encargo de tapar, difamar y desprestigiar, el periodo más democrático de la historia de España.
El sufragio universal, el voto femenino, el derecho a un salario mensual para los trabajadores, el matrimonio civil, el laicismo en las instituciones, el acceso de la mujer al mundo de la política y académico y el derecho universal a la educación y a la sanidad, eran demasiados logros democráticos para un país en el que pervivian fuerzas totalitarias que, como la derecha ultraconservadora y la iglesia, llevaban siglos beneficiándose de la ignorancia y la sumisión del pueblo. Por eso fue que el golpe de Estado contra la República no tardo en llegar.
Pero las manifestaciones en toda España por la República, son cada día más frecuentes y las voces desde distintos ámbitos sociales, reconocen los valores de la República Española reivindicando el sistema de gobierno más alineado y compatible con la democracia.
Esta monarquía impuesta, y no electa, parece que se esta diluyendo tras estos acontecimientos y actitudes alejados del sentir general de la mayoría de los españoles.
La sociedad española empezamos a cuestionar esta institución, obsoleta, e incapaz de convivir con una sociedad que aspiramos a la igualdad, a la libertad, al progreso y a la justicia social. En el horizonte se empieza a vislumbrar, para muchos, la palabra República como modo de gobierno capaz de reinventarnos, y convertirnos, no en súbditos ni siervos de nadie, sino en verdaderos ciudadanos.
MONARQUÍA Y RELIGIÓN HAN CONSTITUIDO UNA ALIANZA CONCEBIDA PARA IMPONER SU PODER TOTALITARIO SOBRE LAS SOCIEDADES.
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