EL GRAN LÍDER, QUITÁNDONOS TODOS NUESTROS DERECHOS. |
El
reloj de la Puerta del Sol, este año tampoco encenderá el letrero
luminoso con el guarismo del año naciente: 2013, tampoco sonaran las
doce campanadas tras los confusos repiques de los cuartos ni la bola
dorada descenderá. El gran líder por decreto perpetuo así lo
prohibirá.
Entre
tanto, en la gente, solo se percibe la tristeza más que otra cosa.
Esta indignación y cabreo generalizado de todos en este primer
momento ante tanta desvergüenza política y económica, ante tanta
desfachatez, ante tanto abuso, ante tanta falta de respeto, han
devenido en tristeza.
Tristeza
porque sabemos que lo que ya hemos perdido es irrecuperable. Y más
tristeza porque sospechamos que aún no es el final y que aún
perderemos más.
Mucha,
pero mucha tristeza al ver que cada día somos más pobres, mientras
las arcas de los bancos vaciadas por los banqueros se llenan con el
dinero que nos ha empobrecido.
Y
lo que más me molesta y me duele, es que un ignorante y sobre todo
un mentiroso poniendo cara de circunstancias diga: “Haremos
lo que tengamos que hacer aunque no nos guste”.
Y la escoria de sus señorías del PP aplaudiendo a rabiar la
valentía del Gobierno, que sabe poner en su sitio a esa gentuza que
ha vivido como si fueran ricos.
¿Esta
la Unión Europea, Alemania y los Mercados legitimados para
imponernos una especie de suicidio económico y social?. Si nuestro
gran líder fuese un buen gobernante, su obligación seria buscar
alternativas con la única finalidad de preservar al máximo los
derechos, la forma de vida y las sanas expectativas de sus
ciudadanos. Pero nuestros políticos en vez de resolver los
problemas, lo único que saben hacer en agrandarlos.
Retira
la paga extra de navidad a los empleados públicos: médicos que
atienden en la Seguridad Social, profesores que se encargan de educar
en los colegios públicos o en las Universidades, bomberos, policías
y a todos que de una manera u otra están para servir a los
ciudadanos. Personas, que deberían ser motivadas una vez más, son
despreciadas.
Nos
suben el IVA justo cuando más detenido esta el consumo, hundiéndonos
y empobreciéndonos más a todos, siendo los pensionistas los que
quedamos en peor situación, ya que el IVA en productos básicos no
distingue edades ni situaciones personales, después de que ya nos
exprimió con el copago farmacéutico. A los parados también se les
reduce el seguro de desempleo.
Tres
o cuatro generaciones de españoles pagaran la factura, mientras se
regodean en sus poltronas los verdaderos causantes de la bancarrota
del sistema financiero y del despilfarro continuo del dinero público.
A
pesar de todas estas medidas el gran líder al termino de su
discurso, sonriente agradeció el aplauso de sus señorías PePeras.
Ahora
que nos jodan.
Sobran
motivos para estar tristes.
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