lunes, 16 de julio de 2012

UN PRESAGIO.

EL GRAN LÍDER, QUITÁNDONOS TODOS NUESTROS
DERECHOS.

El reloj de la Puerta del Sol, este año tampoco encenderá el letrero luminoso con el guarismo del año naciente: 2013, tampoco sonaran las doce campanadas tras los confusos repiques de los cuartos ni la bola dorada descenderá. El gran líder por decreto perpetuo así lo prohibirá.
Entre tanto, en la gente, solo se percibe la tristeza más que otra cosa. Esta indignación y cabreo generalizado de todos en este primer momento ante tanta desvergüenza política y económica, ante tanta desfachatez, ante tanto abuso, ante tanta falta de respeto, han devenido en tristeza.
Tristeza porque sabemos que lo que ya hemos perdido es irrecuperable. Y más tristeza porque sospechamos que aún no es el final y que aún perderemos más.
Mucha, pero mucha tristeza al ver que cada día somos más pobres, mientras las arcas de los bancos vaciadas por los banqueros se llenan con el dinero que nos ha empobrecido.
Y lo que más me molesta y me duele, es que un ignorante y sobre todo un mentiroso poniendo cara de circunstancias diga: “Haremos lo que tengamos que hacer aunque no nos guste”. Y la escoria de sus señorías del PP aplaudiendo a rabiar la valentía del Gobierno, que sabe poner en su sitio a esa gentuza que ha vivido como si fueran ricos.
¿Esta la Unión Europea, Alemania y los Mercados legitimados para imponernos una especie de suicidio económico y social?. Si nuestro gran líder fuese un buen gobernante, su obligación seria buscar alternativas con la única finalidad de preservar al máximo los derechos, la forma de vida y las sanas expectativas de sus ciudadanos. Pero nuestros políticos en vez de resolver los problemas, lo único que saben hacer en agrandarlos.
Retira la paga extra de navidad a los empleados públicos: médicos que atienden en la Seguridad Social, profesores que se encargan de educar en los colegios públicos o en las Universidades, bomberos, policías y a todos que de una manera u otra están para servir a los ciudadanos. Personas, que deberían ser motivadas una vez más, son despreciadas.
Nos suben el IVA justo cuando más detenido esta el consumo, hundiéndonos y empobreciéndonos más a todos, siendo los pensionistas los que quedamos en peor situación, ya que el IVA en productos básicos no distingue edades ni situaciones personales, después de que ya nos exprimió con el copago farmacéutico. A los parados también se les reduce el seguro de desempleo.
Tres o cuatro generaciones de españoles pagaran la factura, mientras se regodean en sus poltronas los verdaderos causantes de la bancarrota del sistema financiero y del despilfarro continuo del dinero público.
A pesar de todas estas medidas el gran líder al termino de su discurso, sonriente agradeció el aplauso de sus señorías PePeras.
Ahora que nos jodan.
Sobran motivos para estar tristes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario