Mi
querida España, esta España viva, esta España muerta.
Ya se nos parece más a Roma en tiempos de Nerón que a la España
que nos cantaba la desaparecida Cecilia en 1975.
AMADA PESETA |
De
tu santa siesta, ahora te despiertan.
Porque se ha consumado lo que se venía olfateando desde hace tiempo.
España es rescatada. Pero el Gobierno, por boca de un destartalado,
confuso, prepotente, huidizo, desbordado y chulo ministro de Economía
y Competitividad Luis de Guindos, dice que es un préstamo la ayuda
financiera y que es una buena noticia.
Se
había perjurado ante la Biblia que la Banca española estaba a
salvo. Pero estos políticos un tanto cobardes y fracasados siguen
mintiendo y no se enteran de nada.
Estos
argumentos son más que suficientes para que alguien hubiera
presentado ya su dimisión. Pero ya se sabe, esta opción aquí no se
conoce y mientras la calle no deja de hacerse preguntas.
¿Dónde
están tus ojos?. ¿Dónde están tus manos?. ¿Dónde tu Cabeza?.
Esta
España en dudas, esta España cierta. De las alas quietas. De las
vendas negras. Sobre carne abierta.
Es
obvio que el Ejecutivo ha tratado de minimizar el rescate financiero
del país pero ya no cuela.
El
gran líder prefiere ir a Polonia a ver futbol, ya que no pudo ver
aquí la final de la Copa del Rey por miedo a la monumental pitada ni
asistir al desfile de las Fuerzas Armadas, porque es un coñazo y
también iba a recibir pitadas. Poniendo primero la devoción antes
que la obligación.
¿Quién
pasó tu hambre?. ¿Quién bebió tu sangre cuando estabas seca?.
Presidente,
aquí no hay más cera que la que arde y nada será igual a partir de
ahora. En la Moncloa lo sabes mejor que nadie.
Los
culpables del enorme agujero son los Arribas, Blesa, Molto, Pulido,
Rato y todo un elenco de personajes que deberían estar ya con el
traje de rayas.
La
riada del agua que usemos para apagar este fuego te llevara por
delante aunque estés en buen recaudo.
Mi
querida España. Esta España blanca, esta España negra. Pueblo de
palabra y de piel amarga. Dulce tu promesa. Quiero ser tu tierra.
Quiero ser tu hierba. Cuando yo me muera.
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